martes, 20 de octubre de 2009

Otra de chafiretes

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

No es que haya asuntos menos importantes que hablar del mal comportamiento de los chafiretes del servicio urbano, en lo general. Arriesgan vidas ajenas, se sienten dueños de las calles, no les importa el reglamento de tránsito ni su aplicación y se resisten a las autoridades viales e incluso a las policíacas cuando se les pretende corregir, ya no se diga cuando el involucrado es un simple y mortal conductor particular.
Apenas este viernes 9 de octubre, el joven Fernando Guribi sufrió la acometida del barbaján chofer del servicio urbano llamado José Luis Sánchez Ortiz solamente porque el primero se atrevió a tomarle una fotografía cuando como es la mala costumbre de muchos chafiretes, se paró a media calle para bajar pasajeros y sin estacionarse debidamente.
El abusivo escupió al atrevido conductor particular y al ser interceptado por un motropatrullero de Tránsito Municipal, con pasajeras a bordo, lo esquivó y huyó sobre la carretera Xalapa-Veracruz con dirección al centro de la ciudad, pero a la altura de la tienda departamental Home Depot, ahí por donde se cayó el puente de acceso a la avenida Murillo Vidal, fue alcanzado y detenido.
Ilegalmente retuvo a las asustadas pasajeras y a una menor de edad que se puso a llorar y hasta que quiso, las dejó bajar del camión en el que se encerró para evitar ser detenido, pues a estas alturas ya habían llegado elementos de la policía preventiva.
No fue hasta que el representante legal de la Cooperativa del Servicio Urbano de Xalapa intervino, que el chafirete ofreció disculpas al agraviado y reconoció su mala actitud, las pasajeras que nada querían saber del incidente se retiraron antes y no lo denunciaron ni tampoco lo hizo el joven insultado, por lo que solamente le fue aplicada una sanción administrativa.
Imagínese si no es que ya ha tenido que lidiar con un energúmeno de este tipo que está detrás del volante de un camión de pasajeros y que toma las calles como suyas, que no se estaciona debidamente, que pone en riesgo la vida de los pasajeros al arrancar antes de que suban o bajen del camión y que se la pasa todo un día y otro también, echándole encima el camión a cuanto conductor particular se le ponga enfrente.
Ante la indignación ciudadana que pide sanciones más severas a los cafres y también para los concesionarios, ya no faltó la voz que defienda a los patrones y dueños de los camiones y que sugiera solamente se castigue a los chafiretes. Habrá que esperar que ahora si, los diputados locales se pongan a trabajar a favor de los ciudadanos y que lo antes posible, legislen en la materia para que las sanciones a los “homicidas culposos” vayan más allá del pago de 30 mil pesos por persona asesinada.
Y de la pretensión de subir el pasaje, ya no un peso sino cuatro, el pretexto de la capacitación no engaña a nadie porque es un secreto a voces que a los choferes se les da la consigna de mejor matar al peatón porque sale “más barato” muerto que dejarlo minusválido.
Comentarios: telefonorojo2006@yahoo.com.mx