lunes, 27 de junio de 2016

Crisis de los medios de comunicación

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

La plusvalía en el trabajo de los periodistas y la fuerza del periódico en el que trabajan, es la credibilidad. Eso fue lo que aprendí en las redacciones de los periódicos en los que trabaje los últimos 30 años: El Sol de Xalapa, Tribuna del Sur, Diario de Xalapa, El Sol Veracruzano, El Dictamen, El Mundo de Xalapa, El Sol de Córdoba y El Financiero.
Si, lo estarán pensando, en esos tiempos y en esas redacciones había de todo, como en la viña del Señor, pero cada quien decidía qué y de quién aprender.
Los Maestros ortodoxos advertían a los novatos a no confiarse de los políticos y menos a los del poder en turno. De esos Maestros aprendí una frase que más de una y un reportero habían tenido que decir a sus fuentes políticas: tu te irás y yo me quedaré cubriendo la fuente.
Jorge Pérez Monroy, David Varona Fuentes, Rubén Pabello Acosta, Alfredo Ríos Hernández, Sergio González Levet, Miguel Molina, Manuel Rossete Chávez, Roberto Villarreal Moreno, Pompeyo Lobato Ortíz, José Miranda Virgen, Emilio Cárdenas Escobosa, Isabel Arvide, Javier Ibarrola y Octavio Magaña.
Estilos tan diversos como sus propias personalidades, aportaron en su momento con sus dichos y hechos la riqueza de un bagaje periodístico que siempre llevo bajo el brazo. Cada nota propia o editada, comentario, artículo o columna lleva una palabra, una idea surgida durante el trabajo, el café después de la jornada y hasta la copa generosamente convidada para la plática interesante sobre cualquier tema.
Ahora vemos como los pétalos de una flor, comienzan a desaparecer algunos medios por la insuficiencia financiera. Un fenómeno que no es exclusivo de Veracruz y tampoco de México.
Con el surgimiento del periodismo digital -que debe basarse en los principios del periodismo- se anticipó la desaparición de los medios impresos. Así ha sucedido.
Claro que en Veracruz cuenta también un factor que los cada vez más ausentes lectores de los medios impresos les han echado en cara a sus propietarios y directivos: la falta de credibilidad y el innegable servicio al interés del poder político en turno.
Si algo positivo vendrá después de la crisis de los medios nacidos a la sombra del poder político, es que los ciudadanos podrán volver a leer a los periodistas que no se conforman con la filtración interesada del político, sino que atan cabos, confrontan informaciones, escuchan y leen opiniones y sobre todo, tratan de cumplir de la mejor manera, con lo que consideran su deber: mantener informados a los ciudadanos para que así tomen decisiones que han dejado en manos de los que solo han buscado ayer, hoy y mañana, su provecho personal.
Hace seis años, el entonces candidato del PAN y ahora gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares declaró a los periodistas en una conferencia de prensa en Xalapa, que de ser elegido Gobernador de Veracruz quitaría los jugosos contratos publicitarios a tres publicaciones que se distinguían por los señalamientos en su contra: Marcha, AZ y El Centinela.
No se trataría de venganza y mucho menos ataques a la libertad de expresión, simplemente que se sometería a esos y todos lo medios existentes, a una auditoría sobre su circulación y verificación de su alcance real ante la población.
Una acción contundente y demanda ciudadana y de los periodistas también, es que se transparente la relación de gasto entre medios de comunicación y el Gobierno del Estado, que deje de ser el secreto mejor guardado y se rindan cuentas de un dinero público que se gasta de manera discrecional.
¿Podremos ver un avance tan significativo a partir del próximo mes de diciembre de 2016?