martes, 16 de junio de 2015

El PRI de Ferrari Saavedra


Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

¿Quién no conoce la sentencia de que el fracaso es huérfano mientras que al éxito le sobran padres?
Esta bien se aplica al Partido Revolucionario Institucional en Veracruz que de acuerdo con los más pesimistas escenarios perdería la mayoría de los distritos electorales federales y sin embargo conservó 16 de los 21 en que está dividido el estado.
De ahí que candidatos ganadores y supuestos operadores políticos se arrogan el triunfo sin compartirlo, incluso, con el mismo gobernador Javier Duarte y mucho menos con el partido político por el que fueron arropados, el PRI, pues los candidatos o bien portaron el color verde o el blanco en sus campañas.
Y es en la ausencia de protagonismo y dejando que sea Javier Duarte quien se ufane como jefe de su partido de las victorias que este obtuvo en Veracruz, que destaca el todavía dirigente estatal del PRI, Alfredo Ferrari Saaveedra que, como buen general se puso al frente de las campañas, recorrió todo el estado, alentó a sus candidatos, afrontó con decoro la escasez de recursos para su partido y sirvió como soldado en una batalla con mucho en contra y poco a favor.
Otro dirigente con menos carácter se habría quejado de lo mucho que faltó; justificaría de antemano cualquier resultado desastroso, pero Ferrari Saavedra lo que hizo fue empeñarse en cumplir con el encargo que le fue dado y que como buen militante partidista anhelaba: todos los días de campaña se levantó y fue a los distritos electorales, tanto en los que se aseguraba la victoria como en los que se anticipaban derrotas, como fue el caso de Córdoba en donde Marco Antonio Aguilar Yunes puede testificar, si quiere, que el dirigente del PRI en Veracruz estuvo con él en las duras y las maduras.
Habría que ser objetivo como lo fue el senador Héctor Yunes Landa sobre las derrotas que se dieron en Xalapa, Veracruz y Boca del Río. Realmente en Xalapa no perdió solamente el PRI y Elízabeth Morales García, aunque esta fue la candidata a vencer: fueron otros ocho candidatos los que perdieron y el partido que perdió en el distrito que comprende a la capital del estado fue el Partido de la Revolución Democrática que ganó con Uriel Flores Aguayo la diputación federal cuyo periodo está por terminar.
Extrañamente, ha sido un candidato independiente el que puso el grito en el cielo por la victoria de Cuitláhuac García Jíménez, candidato de Morena y hoy diputado electo por Xalapa Urbano. Ni siquiera Elízabeth hizo el mínimo escándalo y al contrario, mediante una carta abierta, reconoció la victoria de García Jiménez y le deseo el éxito en su tarea.
Por lo que se refiere a los distritos de Veracruz Urbano y Veracruz Rural, los detractores del PRI, Fidel Herrera y Javier Duarte enfocan la derrota en ese trío, pero lo que sucedió es que el Partido Acción Nacional conservó su presencia y en el segundo distrito mencionado fue el clan Yunes el que defendió a capa y espada el control político en la cabecera del municipio de Boca del Río.
Poco se dice de la victoria priísta en Tantoyuca, dominio del Chapito Rosendo Guzmán Avilés y de Córdoba, en donde ha predominado el PAN y gobierna el municipio un militante de ese partido.
Ahora, con el viento a favor, a más de uno se le cuecen las habas por dirigir el PRI en Veracruz, que llevó a buen puerto con tezón y enfrentando el fuerte oleaje popular en contra, Alfredo Ferrari Saavedra, quien institucional como es, no busca los reflectores dejando que Javier Duarte tome la bandera del triunfo y la presuma a los cuatro vientos.
Pero en caso de que manera natural se vaya a dar un relevo en la dirigencia estatal del PRI, este podría apuntar hacia un colaborador cercano de quien se especula será el candidato de ese partido a la gubernatura por dos o cinco años y que, curiosamente, estuvo en la sede estatal tricolor muy al pendiente de los resultados finales del pasado domingo siete de junio.

Comentarios: telefonorojo2006@yahoo.com.mx