Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos
Vaya que comenzamos movido el 2010 con las protestas de comerciantes y vecinos de los declarados ejes viales, avenidas 20 de noviembre y Américas. Una con tres carriles para abajo y la otra con tres carriles para arriba, con un carril para el transporte público en contrasentido, respectivamente.
Antes que nada de que se afectó a los inconformes, se les afectó, ahí están las pruebas, pero en medidas como la aplicada por el Ayuntamiento, siempre alguien debe pagar los platos rotos, no hay solución perfecta.
Hay mala o nula educación vial entre automovilistas y peatones. Los primeros porque a algunos no les basta la fluidez lograda con los tres carriles de circulación e invaden el de contrasentido exclusivo para los autobuses del servicio urbano y suburbano.
Para variar, el mal ejemplo lo ponen algunos taxistas que arriesgando no solamente su integridad, sino de los pasajeros invaden el carril de contrasentido aprovechando que no hay suficiente vigilancia de parte de Tránsito Municipal y mucho menos apoyo de unidades del estatal.
Hace unos días un menor de edad acompañado de su mamita invadió el carril de contrasentido y se estrelló contra un autobús de la línea Azteca. Y ya se imaginarán el mitote de parte de la señora que alegaba al chofer del autobús que no sabía con quien había topado, porque si lo supiera seguramente habría hecho hasta lo imposible por evitar la colisión.
Xalapa, sigue siendo la ciudad de los “influyentes” que cesan a policías, agentes de tránsito, del ministerio público, en fin, cualquier trabajador de todos los niveles de gobierno porque papi, el compadre, la comadre, el primo o el amigo de la infancia son poderosos funcionarios públicos.
Bueno, ahora vamos con los peatones, malacostumbrados a cruzar por cualquier parte de la calle y no en las esquinas fingiendo que no ven el automóvil venir porque como “ojos que no ven, cuerpo que no siente”, aunque si se siente y bastante feo al grado de quedar lastimado o medio muerto por atropellamiento.
Esas dos variantes se pueden atacar y corregir de tal modo que los automovilistas respeten el carril de contrasentido y los peatones crucen por las esquinas, especialmente cuando hay en ellas semáforos, para que no la hagan de toreros y arriesguen la vida, además caminar un poco más es mejor para la salud de todos.
Lo que si está complicado es dar gusto a los comerciantes y vecinos que no tienen cochera para guardar sus vehículos. A los primeros, pues es vital vender sus mercancías y los segundos, pues muchos de ellos quisieran tener para comprar gasolina y no andar construyendo ampliaciones y remodelaciones en sus casas.
Es cuestión que querer, que dicen es poder. Buscar el equilibro en la medida, que es lo más difícil de todo pues es más fácil irse a los extremos. Como en algunas calles del centro de Xalapa, que por ejemplo de 10 de la noche a las 6 de mañana siguiente se permita el estacionamiento en uno de los carriles, obviamente en donde existen dos y no en el tramo en donde está el contrasentido.
De igual manera que se permita el estacionamiento momentáneo frente a los comercios establecidos en ambas avenidas, porque de que se puede se puede, pues todos los que circulamos por la avenida Américas ahora que comenzaron las clases, pudimos ver como hasta patrullas de resguardo les pusieron a los influyentes padres de familia de la escuela primaria, secundaria y creo que hasta de bachillerato “Hernán Cortés”.
Ese plantel, vale la pena apuntar, tiene entrada por una calle paralela y en la que bien pudieran pasar a dejar a sus hijos los pudientes padres de familia. Eso hablaría bien del Ayuntamiento que preside David Velasco Chedraui porque así de ese modo, “o todos coludos o todos rabones”.
Si no se piensa en ello, pues entonces cómo no se va a enojar el ciudadano si ve que se aplica la ley del embudo: para unos, ancha y otros, angosta. Es cuestión de sentido común.
¿Faltará en el Alcalde y los encargados de mejorar la vialidad en Xalapa?
Comentarios a telefonorojo2006@yahoo.com.mx
Eliseo Tejeda Olmos
Vaya que comenzamos movido el 2010 con las protestas de comerciantes y vecinos de los declarados ejes viales, avenidas 20 de noviembre y Américas. Una con tres carriles para abajo y la otra con tres carriles para arriba, con un carril para el transporte público en contrasentido, respectivamente.
Antes que nada de que se afectó a los inconformes, se les afectó, ahí están las pruebas, pero en medidas como la aplicada por el Ayuntamiento, siempre alguien debe pagar los platos rotos, no hay solución perfecta.
Hay mala o nula educación vial entre automovilistas y peatones. Los primeros porque a algunos no les basta la fluidez lograda con los tres carriles de circulación e invaden el de contrasentido exclusivo para los autobuses del servicio urbano y suburbano.
Para variar, el mal ejemplo lo ponen algunos taxistas que arriesgando no solamente su integridad, sino de los pasajeros invaden el carril de contrasentido aprovechando que no hay suficiente vigilancia de parte de Tránsito Municipal y mucho menos apoyo de unidades del estatal.
Hace unos días un menor de edad acompañado de su mamita invadió el carril de contrasentido y se estrelló contra un autobús de la línea Azteca. Y ya se imaginarán el mitote de parte de la señora que alegaba al chofer del autobús que no sabía con quien había topado, porque si lo supiera seguramente habría hecho hasta lo imposible por evitar la colisión.
Xalapa, sigue siendo la ciudad de los “influyentes” que cesan a policías, agentes de tránsito, del ministerio público, en fin, cualquier trabajador de todos los niveles de gobierno porque papi, el compadre, la comadre, el primo o el amigo de la infancia son poderosos funcionarios públicos.
Bueno, ahora vamos con los peatones, malacostumbrados a cruzar por cualquier parte de la calle y no en las esquinas fingiendo que no ven el automóvil venir porque como “ojos que no ven, cuerpo que no siente”, aunque si se siente y bastante feo al grado de quedar lastimado o medio muerto por atropellamiento.
Esas dos variantes se pueden atacar y corregir de tal modo que los automovilistas respeten el carril de contrasentido y los peatones crucen por las esquinas, especialmente cuando hay en ellas semáforos, para que no la hagan de toreros y arriesguen la vida, además caminar un poco más es mejor para la salud de todos.
Lo que si está complicado es dar gusto a los comerciantes y vecinos que no tienen cochera para guardar sus vehículos. A los primeros, pues es vital vender sus mercancías y los segundos, pues muchos de ellos quisieran tener para comprar gasolina y no andar construyendo ampliaciones y remodelaciones en sus casas.
Es cuestión que querer, que dicen es poder. Buscar el equilibro en la medida, que es lo más difícil de todo pues es más fácil irse a los extremos. Como en algunas calles del centro de Xalapa, que por ejemplo de 10 de la noche a las 6 de mañana siguiente se permita el estacionamiento en uno de los carriles, obviamente en donde existen dos y no en el tramo en donde está el contrasentido.
De igual manera que se permita el estacionamiento momentáneo frente a los comercios establecidos en ambas avenidas, porque de que se puede se puede, pues todos los que circulamos por la avenida Américas ahora que comenzaron las clases, pudimos ver como hasta patrullas de resguardo les pusieron a los influyentes padres de familia de la escuela primaria, secundaria y creo que hasta de bachillerato “Hernán Cortés”.
Ese plantel, vale la pena apuntar, tiene entrada por una calle paralela y en la que bien pudieran pasar a dejar a sus hijos los pudientes padres de familia. Eso hablaría bien del Ayuntamiento que preside David Velasco Chedraui porque así de ese modo, “o todos coludos o todos rabones”.
Si no se piensa en ello, pues entonces cómo no se va a enojar el ciudadano si ve que se aplica la ley del embudo: para unos, ancha y otros, angosta. Es cuestión de sentido común.
¿Faltará en el Alcalde y los encargados de mejorar la vialidad en Xalapa?
Comentarios a telefonorojo2006@yahoo.com.mx
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